La Comisión propone aumentar la transparencia de los precios en la cadena de suministro de alimentos

Tras la prohibición de las prácticas comerciales desleales y la mejora de la cooperación de los productores, la Comisión presentó el 22 de mayo el tercer elemento destinado a mejorar la equidad en la cadena de suministro de alimentos, introduciendo mayor transparencia en lo que concierne a la forma de comunicar los precios a lo largo de esa cadena. 

 

La Comisión Europea presentó el pasado 22 de mayo una propuesta que permitirá disponer de información crucial sobre la manera en que se determinan los precios a medida que los productos agroalimentarios franquean las distintas etapas de la cadena de suministro de alimentos.

 

Las diferencias entre los precios de compra y los de venta pueden proporcionar información sobre los costes intermedios (como el transporte, los seguros, el almacenamiento, etc.) que se van generando entre el vendedor y comprador. Una mayor transparencia puede contribuir a que se adopten mejores decisiones empresariales y a incrementar la confianza en que, entre las distintas fases de la cadena de suministro de alimentos, se dan unas prácticas comerciales cabales. Disponer de información oportuna y de fácil acceso sobre la evolución del mercado también resulta fundamental para poder competir eficazmente en los mercados mundiales.

 

Phil Hogan, comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, ha declarado lo siguiente: «El fortalecimiento de la posición de los agricultores en la cadena de suministro de alimentos ha sido una prioridad para la Comisión. En un mercado más transparente podrá accederse en condiciones de igualdad y de mayor claridad a la información sobre los precios, lo que redundará en una cadena alimentaria más justa y equilibrada. Estas nuevas normas complementarán la Directiva recientemente adoptada que prohíbe las prácticas comerciales desleales, reforzando la posición de los agentes más débiles y pequeños de la cadena de suministro de alimentos, y su introducción plasma el extraordinario respaldo público en favor de reforzar la posición del agricultor en la cadena de suministro de alimentos constatado en toda la UE».

 

Si bien abunda la información sobre mucho de lo que acaece en los mercados agrícolas (precios, volúmenes de producción, existencias, etc.), prácticamente no existen datos de mercado sobre otros mercados clave de la cadena de suministro agroalimentaria, a saber, los mercados que operan entre los agricultores y los consumidores a nivel de la transformación de alimentos y a nivel del comercio minorista. Esta asimetría informativa entre los agricultores y los demás agentes de la cadena de suministro de alimentos supone que los agricultores se encuentran en una situación de notable desventaja en el mercado y merma la confianza en un comercio justo. La falta de información procedente de los transformadores y minoristas sobre la evolución del mercado ha sido denominada la «caja negra» de la cadena agroalimentaria: con la propuesta de hoy se va a abrir esa caja.

 

Las medidas propuestas se aplicarán a los sectores de la carne, los huevos, los productos lácteos, las frutas y hortalizas, los cultivos herbáceos, el azúcar y el aceite de oliva. Toman como base los sistemas y procedimientos de recogida de datos que ya existen y que utilizan los operadores y los Estados miembros para notificar la información de mercado a la Comisión, si bien ahora su ámbito de aplicación es más amplio. Cada Estado miembro será responsable de la recogida de datos sobre precios y mercados. La Comisión recomienda que los Estados miembros elijan el enfoque más rentable y que las pequeñas y medianas empresas no sean su objetivo a efectos de la reducción de la carga administrativa. Los Estados miembros comunicarán los datos a la Comisión, la cual, a través del portal de datos agroalimentarios y los observatorios de los mercados de la UE, facilitará a su vez el acceso a esa supervisión. Es esencial que los Estados miembros proporcionen una información precisa y que lo hagan en el momento oportuno.

 

Conforme a los procedimientos contemplados en el programa Legislar mejor de la Comisión, la propuesta se somete ahora a un período de consulta pública de cuatro semanas. A continuación será adoptada por la Comisión Europea y está previsto que entre en vigor seis meses después de su adopción.

 

Contexto

 

La Comisión ha estado trabajando para impulsar una cadena de suministro de alimentos más justa y equilibrada desde el principio de su mandato.

 

En 2016, se creó el Grupo operativo sobre mercados agrícolas con el objetivo de evaluar la función de los agricultores en la cadena global de suministro de alimentos y formular  recomendaciones sobre cómo se puede reforzar y mejorar.

 

Sobre la base de estas recomendaciones, la Comisión puso en marcha en 2017 una  evaluación inicial­ de impacto  y una  consulta pública  sobre la mejora de la cadena de suministro de alimentos, que incluían tres factores: las prácticas comerciales desleales, la cooperación de los productores y la transparencia del mercado. 

 

Según una reciente encuesta de opinión a escala de la UE, publicada en febrero de 2018, la gran mayoría de los encuestados (un 88 %) considera importante reforzar el papel de los agricultores en la cadena de suministro de alimentos. En esta misma línea, cabe señalar que el 96 % de los participantes en la consulta pública de 2017 sobre la modernización de la PAC estuvieron de acuerdo con la propuesta de que mejorar la posición de los agricultores en la cadena de valor debería ser uno de los objetivos de la política agrícola común de la Unión.

 

La Comisión presentó el año pasado su propuesta de prohibir las prácticas comerciales desleales en la cadena de suministro de alimentos, que fue votada por los colegisladores en abril de 2019. Estas nuevas normas garantizarán la protección de la totalidad de los agricultores europeos, así como de los pequeños y medianos proveedores, contra las prácticas comerciales desleales en la cadena de suministro de alimentos.